Dios quiere que todos los hombres sean salvos.
Sin duda, todos los beneficios que se derivan de la Obra del Calvario son universalmente potenciales en sus múltiples facetas, y estos se concretan y se hacen efectivos en TODOS los que libremente deciden abrazar por la fe, la oferta del Evangelio que predicaron los Apóstoles.
1Tm.2:3-6 «Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual [Dios] quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.»
En la mente adoctrinada del militante calvinista, siempre que aparece la palabra “TODOS” en relación a la salvación, estos han de completar intuitivamente la frase interpolando automáticamente el pensamiento espurio: “todos los que Dios, en gracia soberana y de forma irresistible, escogió para salvación”. Una idea que no aparece ni una sola vez en la Escritura, de ahí la necesidad de suplirla mentalmente.
Y eso, a efecto de poder apuntalar el pueril argumento que el calvinismo arguye para negar el alcance Universal de la Obra Expiatoria del Cristo de Dios en el Calvario. El argumento reza así:
“Si en verdad Jesús hubiese muerto por todos, y aún así serán muchos los que se han de perder, entonces Dios sería injusto porque cobraría dos veces por los mismos delitos.”
Primero: El precio que Jesús con su muerte pagó a Dios en rescate por los pecados de todos.
Segundo: Porque Dios, para resarcirse de la deuda de tales individuos y a causa de sus delitos y pecados, los arrojará al infierno donde sufrirán pena de eterna condenación.
Es por eso que el esquema filosófico calvinista necesita dar a la Obra de la Cruz un valor y alcance ajustado al número clausus de los que, de antemano, Dios predestinó para salvación.
Las potencialidades del calvario.
Cuatro aspectos de la Obra de Salvación donde queda evidenciado su valor potencial:
1. Es potencial la Propiciación del pecado, su alcance es todo el mundo:
1Jn.2:2. «Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino [potencialmente] también por los de TODO el mundo».
2. Es potencial la Gracia, y su alcance es todos los seres humanos:
Tit.2:11. «Porque la gracia de Dios se ha manifestado [potencialmente] para salvación a TODOS los hombres».
3. Es potencial la Salvación, y su alcance es todos los pecadores:
1Tm.1:14-15. «Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. Palabra fiel y digna de ser recibida por TODOS: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar [potencialmente] a los pecadores, de los cuales yo soy el primero».
4. Dios es potencialmente el Salvador de todos los hombres, lo que evidentemente se hace efectivo en los que creen:
1Tm.4:10, «que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es [potencialmente] el Salvador de TODOS los hombres, mayormente [de forma efectiva] de los que creen»
Una sencilla ilustración
1. Un hombre fértil es un padre en potencia, pero solo será padre si se cumplen los requisitos, cohabitar con una mujer hasta que quede embarazada, de otra forma, por muy fértil que sea, nunca será padre. Podría darse el caso de que él quisiera ser padre pero la mujer no consintiera en cohabitar con él voluntariamente. El varón podría aplicar la superioridad de su fuerza y violarla, pero lógicamente eso sería una indignidad, no sería honesto, ni ético. Así, obviamente, Cristo es potencialmente salvador del mundo, es decir que, cada ser humano es salvo potencialmente pero, no obstante, muchos se perderán, no por falta de “fertilidad” en el Salvador, sino por la incredulidad de los muchos, a los que el Señor no está dispuesto a violentar, de ahí la cuádruple potencialidad UNIVERSAL de las facetas virtuales de la Obra salvífica del Calvario, 1Jn.2:2; Tit.2:11; 1Tm.1:14-15; 1Tm.4:10.
2. Ahora bien, el que es salvo por fe en Él, lo es para siempre, y jamás se perderá.
Jn.10:27-30 «Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.» Cf. 1Jn.2:19; 5:18; Jud.1:24 = 1Pd.1:5.
Las abundantes riquezas de su gracia.
De no ser así… ¿Qué súper abundante riqueza de bondad ha de mostrar Dios en los siglos venideros para alabanza de su Gloria, si supuestamente Él mismo “restringió” su gracia, (según enseñan la Escuela Calvinista) a efecto de que, inmisericordemente, no pudieran ser salvos todos los hombres?
Ef.2:7 «para mostrar en los siglos venideros las abundantes [nunca restringidas] riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.»
Es inevitable que muchas semillas poseedoras en sí misma del germen de vida se frustren, no porque su calidad y clase no sea la misma en todos los casos, (Lc.8:11) sino por las condiciones del terreno (dureza del camino, terreno pedregoso, o espinos) que pudieran impedir el resultado deseado; de hecho, el Sembrador no hizo discriminación entre las diferentes clases de corazones tipificados en los diversos terrenos, en todos, (sin discriminación), la mano del sembrador esparció generosamente su semilla, (Mt.13:1-9), y así, el Señor Jesús, cual Sembrador por excelencia (Mt.13:37), pasó sembrando su Palabra en todos los corazones. El resultado se atribuye a la naturaleza varía de los terrenos, nunca a un determinismo irremediable “preordinado” por Dios. (Mt.13:1-9, 18-23).