«…permanece para siempre.» Is.40:8
Son muchas y largas las guerras contra la Palabra de Dios que las huestes infernales, a lo largo de la Historia, han potenciado para hacer desaparecer de sobre la faz de la Tierra las Sagradas Escrituras, la Biblia, lo que el profeta Isaías llama con toda propiedad, «la Palabra de Nuestro Dios», y cuyo eco confirmatorio recoge Pedro.
1Pe.1:24-25 «Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.»
EN EL PASADO, los citados poderes infernales tuvieron como eficientes peones a los desalmados sicarios de la “Santa” Inquisición, que se recreaban quemando Biblias, quemando a sus lectores y a quienes la imprimían y distribuían, cuya obra maligna Dios frustró, en tanto que el Sagrado volumen jamás lo pudieron erradicar del mundo, jamás dejó de circular entre los hombres, ni dejó de proyectar su luz sobre los cuatro cabos de la Tierra para salvación de los pecadores.
AL PRESENTE parece que la cosa está más cruda, el “príncipe” de este Mundo, «la Serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero» se ha hecho con el control de los poderes económicos del mundo, ha hipotecado a políticos y mandatarios de las Naciones.
Los científico e ideólogos están a su servicio, y tiene bajo su control los medios de comunicación, así como tiene todo el potencial de la inteligencia artificial y la robótica, con la que operan para culminar, total y puntualmente la perversa “Agenda”, 30 y 50, que, inexorable, avanza y se nos impone.
La mira, eliminar los valores y cultura cristiana, destruyendo la familia, usurpando a los progenitores la patria potestad de los hijos. Con la implantación obligatoria del Código QR, robotizarán y trasmutarán en una especie de “humanoide” a los seres humanos, y reducirán su dignidad a la de meros esclavos.
Tiene en sus manos el poder para cambiar el sentido del lenguaje, para revisar la Historia de los países, acomodarla a sus fines, y eliminar el sentimiento patrio.
Se trata de una nueva, más terrible y poderosa máquina inquisitorial, ante cuyos exhaustivos análisis y contrastes nadie podrá escapar. La vieja Inquisición Romana guiada por Torquemada y sus secuaces, comparada con los análisis computarizados que aplicarán los Sres. del “Nuevo Orden Mundial” quedará como un inocente juego de niños.
Pues bien, con todo y a pesar de la perversidad y fiereza del maligno contra «la Palabra de nuestro Dios», esta quedará indemne. Serán las promesas y los benditos propósitos divinos los que finalmente se cumplan y triunfen por encima de la Agenda y de los planes de Satanás.
Ap.11:15 «El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.»
«El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán» Mt.24:35.
M. León