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El Sermón Profético de Jesús.
La abominación desoladora y la gran tribulación (3).
Marcos 13: 14-23.
De las cuatro partes en que hemos dividido el Sermón Profético de Jesús,
- Advertencias Generales (13:5-13).
- La abominación desoladora y la gran tribulación (13:14-23).
- Su Regreso con Gran Poder y Gloria (13:24-27).
- Parábolas sobre el fin (13:28-37).
estamos con estudio de la segunda: La abominación desoladora y la gran tribulación.
A su vez, esta parte está dividida en tres:(1) La huída. La orden de Jesús de escapar de Judea y Jerusalén. (2) el anuncio de una tribulación como nunca conoció ni conocerá el pueblo de Israel, y (3) la advertencia contra la presión del engaño religioso que vivirá el mundo, y en este caso, el pueblo judío en esos momentos.
Corresponde el examen del punto tercero, Advertencia contra la presión del engaño religioso, al que hemos añadido unas notas tituladas «La religión durante la tribulación». Con ello se concluye la segunda parte del Sermón profético.
Advertencia contra la presión del engaño religioso.
(3) La presión del engaño religioso (13:21-23).
En una primera lectura, podríamos pensar que Jesús está recapitulando y que ha vuelto a las “Advertencias Generales” (Mr 13: 5-13), las cosas que sucederán durante Su ausencia. Allí leímos: “Que nadie os engañe; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos.” (13:5,6). Los falsos cristos y profetas son una constante de estos tiempos.
Sin embargo creo que no es así. El Señor está centrado en lo que será la Tribulación previa a Su Regreso, y en especial los acontecimientos que se desatan cuando suceda la abominación desoladora (la Gran Tribulación). El expositor amilenial W. Hendriksen escribe:
“El que hubo falsos profetas en el tiempo de la caída de Jerusalén es claro por lo que dice Josefo en Guerra Judaica. Mucho más obvio, sin embargo, es el hecho que en el análisis final Jesús se está refiriendo aquí a lo que sucederá en los amargos días que han de preceder a su regreso. Entonces especialmente habrá quieres pretenderán que el Cristo ya haya llegado.”18.
Este tema es interesante. Tras el arrebatamiento de la iglesia, la religión no desaparece de este mundo. Al contrario, parece que será un elemento aglutinador del cual se servirá Satanás para promover a su falso mesías, al anticristo, y alcanzar sus propósitos de control y oposición contra Dios. Una vez más, religión y política irán de la mano.
(Mr 13:21) “Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis.”
Los creyentes de entonces (durante la tribulación y gran tribulación), al igual que en el presente, deberán huir como del fuego de todos aquellos que se presentan como “ungidos” y de las supuestas epifanías (manifestaciones) o parusías (presencias) de Jesús. Los tales o son dementes, estafadores espirituales o directamente servidores de Satanás. No hay más.
Cuando finalmente Jesús regrese a la tierra, como explica Mateo, no habrá ningún género de duda del momento, y no necesitará de nadie incitando a encontrarlo en tal o cual lugar, o pregonando nada: “Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.” (Mt 24:26,27).
(Mr 13:22) “Porque se levantarán falsos Cristo y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible a los escogidos.”
Estas palabras indican que aquellos tiempos serán especialmente peligrosos. Tales pretendientes a mesías no serán simples palabreros con más o menos grado de carisma (don de gente), sino que también harán señales y prodigios. Una imitación de lo que Jesús hizo durante su ministerio y los apóstoles al comienzo de la iglesia, como evidencia de autenticidad del mensaje.
Evidentemente hay un poder satánico obrando detrás con el propósito no solo de engañar a la humanidad, sino también, si fuera posible “a los escogidos”. En este caso, los escogidos son primeramente los convertidos a Jesús de entre el pueblo de Israel, y por extensión todo verdadero creyente, con independencia de su origen.
Ahora bien, este “engañar, si fuese posible, a los escogidos” conlleva la idea de Seguridad de Salvación. Es decir, que nadie puede arrebatar al verdadero creyente de las manos de Dios, ni en este tiempo ni en el futuro (Ro 8: 35-39). Por otro lado, este intento de engaño, tendrá dos consecuencias: 1. Persecución. Es la consecuencia de la frustración que produce no doblegar a los verdaderos hijos de Dios. 2. No habrá lugar para los falsos profesantes. Nadie estará dispuesto a morir por Aquel en quien realmente no creen.
(Mr 13:23) “Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes.”
Estas son las Palabras con las que Jesús concluye la referencia a la abominación desoladora y la gran tribulación, y concretamente a la presión religiosa durante la tribulación.
Lo que encontramos aquí es, de nuevo, una manifestación de la preocupación de Jesús por los suyos. No quiere que los que le siguen vivan desorientados ni a oscuras en medio de los acontecimientos convulsos de este mundo.
Aquellos que después del arrebatamiento de la iglesia, experimenten el final de los tiempos, encontrarán en estas palabras de Jesús una guía de incalculable valor. Sobre todo entenderán que nada de lo que ocurre escapa al plan de Dios, por tanto, por muy oscuro que sean los tiempos, pueden confiar en Él. Pero no solo para ellos son estas palabras.
Recordamos, la Palabra de Dios tiene valor intemporal. Es decir, que aunque pueda tener un destinatario concreto y un contexto específico, siempre hay una revelación del carácter de Dios, un principio bíblico, una exhortación, una aplicación práctica, que sin forzar la revelación bíblica, podemos extraer. Y en este sentido también nosotros debemos estar alerta contra los falsos profetas y falsos cristos. Su espíritu (su pensamiento, su impulso) ya está presente en este mundo y obra contra la fe y los verdaderos cristiano (1ª Jn 2:18-20) (2ª Ts 2:6,7).
La religión durante el periodo de la tribulación.
Recordamos lo dicho anteriormente. Tras el arrebatamiento de la iglesia, la religión no desaparece del mundo. Al contrario, parece que será un elemento aglutinador del cual se servirá Satanás para promover a su falso mesías, al anticristo, y alcanzar sus propósitos de control y oposición a Dios. Una vez más, religión y política irán de la mano.
En el caso del cristianismo, una vez que la verdadera Iglesia haya sido arrebatada, la iglesia apóstata reclamará ser la religión verdadera, y extenderá su influencia sobre este mundo. Este parece ser el tema de Apocalipsis 17. Pero vayamos por partes. Para empezar es interesante fijarnos en 2ª Ts 2:3,4.
Dice el Apóstol Pablo, que el día del Señor (2ª Ts 2:2), en este caso el comienzo de los juicios relacionados con la tribulación, no llegará hasta que hayan sucedido dos cosas: 1. La apostasía, y 2. La manifestación del hombre de pecado. Esta manifestación, como explica Ryrie, se refiere al pacto que realiza con los judíos y que da comienzo al periodo de siete años.19
La apostasía es una realidad que siempre ha acompañado a la iglesia y que irá a más con el paso del tiempo. Hablamos de personas que no solo que se apartan del Evangelio que profesaron, sino que además se rebelan en su contra y lo tergiversan. Como cristianos somos llamados a estar en guardia y combatir este mal (1ª Tim 4:1) (2ª Pd 2:1-3) (Jd 1: 3,4). Pero aquí Pablo da un paso más.
Está hablando de un tiempo singular en la historia de la humanidad que llama La Apostasía: La gran rebelión religiosa que caracterizará los últimos tiempos. Un mundo con sentimientos religiosos, muy espiritual, pero con un cristianismo que reniega de Dios el Padre (2ª Ti 3:4,5); de Jesús (1ª Jn 2:8; 4:3); de Su retorno en gloria (2ª Pd 3:3,4); la fe (1ª Ti. 4: 1,2); la sana doctrina (2ª Ti 4:3,4); la moralidad (2ª Ti. 3:1-8); la Autoridad Divina (2ª Ti 3:4). 20.
Evidentemente no se llega hasta ahí de la noche a la mañana, es un camino que se viene abonando desde hace años, y donde aquellos que se presentan como defensores de la fe y representantes de Cristo en la tierra, me refiero al papado, junto con los herederos de la reforma protestante, con su teología desmitificadora, tergiversadora de la Biblia y de las doctrinas fundamentales, tienen un protagonismo muy activo.
- La religión en la primera parte de la tribulación (La gran ramera).
Así tenemos que esta Apostasía, que lleva muchos años gestándose, finalmente cristalizará en la primera parte de la tribulación, en una iglesia apóstata, con pretensión universal y ecuménica, personificada en Apocalipsis por la figura de la gran ramera (Ap 17:3-6).
- Su carácter apóstata se ve reflejado en su nombre, ramera. “Esta calificación es lo contrario a una esposa fiel (Ap 19:7,8), y sugiere la idea de una mujer que afirma ser fiel a Cristo, pero es infiel para con Él.”21.
- El carácter universal y ecuménico se aprecia en la referencia a las aguas sobre las que está sentada, que representan naciones, muchedumbres (17:1,15); en el nombre que recibe, se la llama Babilonia, nombre que ha venido a ser sinónimo de confusión y rebelión; y también madre de las rameras (17:5), no solo por la multitud de falsas religiones que ha dado a luz a lo largo del tiempo, sino indicando los muchos grupos que encuentran cobijo en ella.
Todo esto sucedería con la connivencia del futuro dictador mundial, el anticristo. “Durante la primera mitad de la tribulación hay una estrecha relación entre esta iglesia apóstata y el anticristo, dado que leemos que la ramera está sentada sobre la bestia (17:3). Esto incluso podría indicar que la mujer (la iglesia apóstata) en realidad tiene el control del anticristo por un periodo de tiempo.”22.
“Este sistema religioso (la ramera) es un perseguidor políticamente poderoso, opulento y agresivo de los verdaderos creyentes (17:6)”23.
Generalmente el germen de este sistema religioso del futuro se ha relacionado con el papado, y no faltan razones, Roma siempre ha deseado reunir a todos “bajo su sombra”, ha practicado el maridaje con los poderes de este mundo (de ahí la referencia al brebaje de su copa, abominable sincretismo religioso y poder embriagador de los poderes de este mundo (17:4), y perseguido a los que se oponen; el asombro de Juan (17:6) bien lo podemos relacionar también con el estupor que le pudo producir ver una institución eclesiástica, que se considera heredera del cristianismo verdadero, pervirtiendo el Evangelio, impidiendo Su avance, y persiguiendo a muerte a los verdaderos creyentes, obedientes a Dios y a Su Palabra más que a los hombres).24.
Pero quizás la identificación más clara sería la referencia a las siete colinas donde la ramera está sentada (17:9), y a Babilonia (17:5) una forma antigua de referirse Roma (1ª Pedro 5:13).
Pero esta iglesia apóstata, un sistema religioso, perversión de un cristianismo auténtico, no durará mucho. Tendrá un fin violento a manos del anticristo y sus seguidores (17:16,17).
- La religión en la segunda parte de la tribulación (La deificación del anticristo y de Satanás).
El siguiente paso será la supresión de todas las religiones, incluyendo el templo de Jerusalén, la deificación del anticristo y la adoración del propio Satanás. De esta forma, durante la segunda parte de la tribulación solo habrá una religión permitida en este mundo (Ap 13:4,8). Dos hechos favorecen esta adoración:
– La muerte y resurrección, al menos en apariencia, del anticristo. Un intento por emular al Señor Jesús en su muerte y resurrección (Ap 13:3-5).
– La actividad del falso profeta (Ap 13:11-14). Un personaje que representa el poder de Satanás, y que actúa como una imitación maligna del Espíritu Santo. Si bien la primera bestia, el anticristo, surge “del mar” (13:1), lo cual podría indicar un origen gentil, este surge de “de la tierra” (13:11), lo cual podría indicar un origen judío.25
Entre los logros de este siniestro personaje, además de imponer la adoración al Anticristo y a Satanás, estará el marcar a los hombres como propiedad de la bestia, de tal manera que solo estos podrán comprar y vender (Ap 13:16,17). Otra forma de imitación de la Obra del Espíritu, el cual sella como propiedad de Dios a todo aquel que cree en el Señor Jesucristo (Ef 1:13; 4:30).
Si el proyecto de Dios, revelado desde la antigüedad, es entregar el gobierno de todas las cosas, incluyendo a este mundo, a su Hijo, el Mesías, nuestro Señor Jesucristo, el proyecto de Satanás es promover un reino alternativo, que excluya totalmente a Dios, bajo el control de un falso mesías, el anticristo, y el poder del falso profeta.26
Esto significa que el mundo sobre el cual Dios derrama su ira, el mundo en el cual finalmente irrumpirá Jesús con poder y gloria, será un mundo no solo notablemente amoral, entregado a justificar el mal, sino abiertamente rebelde (apóstata) contra Dios y entregado a la adoración abierta del propio Satanás.
Notas.
- Guillermo Hendriksen. El Evangelio según San Marcos. comentario al Nuevo Testamento. Pág. 545. Editorial S.L.C. (Subcomisión Literatura Cristiana).
- C. C. Ryrie. Primera y Segunda Tesalonicenses. Pág. 82. Editorial Portavoz. 1980.
- J. Dwight Pentecost. Eventos del Porvenir. Pág. 118,119. Editorial Vida.
- Paul N. Benware. Entienda la Profecía De Los Últimos Tiempos. Un estudio exhaustivo. Pág. 286. Editorial Portavoz.
- Paul N. Benware. Entienda la Profecía De Los Últimos Tiempos. Un estudio exhaustivo. Pág. 286. Editorial Portavoz.
- Paul N. Benware. Entienda la Profecía De Los Últimos Tiempos. Un estudio exhaustivo. Pág. 286. Editorial Portavoz.
- Ver Francisco Lacueva, Comentario Bíblico de Matthew Henry, en un solo tomo. Pág. 1978,1979. Editorial CLIE.
- Samuel Pérez Millos, Comentario Exegético al Texto del Nuevo Testamento, Apocalipsis. Pág. 824,825. Editorial Clie.
- Ver Samuel Pérez Millos, Comentario Exegético al Texto del Nuevo Testamento, Apocalipsis. Pág. 793. Editorial Clie.