2. EL SERMÓN PROFÉTICO DE JESÚS. Introducción (2).

La Segunda Venida del Señor.

Todos los cristianos que tienen la Biblia como principio de fe y conducta creemos en el regreso de Jesús al mundo. La Segunda Venida es doctrina fundamental. Si alguno dice predicar la Palabra y niega este evento o lo distorsiona, entonces existen buenas razones para desconfiar de él.

Esta fue la enseñanza de Jesús (Mt 24:30; 26:64), lo que los ángeles dijeron a los discípulos (Hch 1:11), y formó parte de la predicación cristiana (Heb 9:27,28). Aquí llamamos brevemente la atención sobre esta última cita: “Aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.”

En la Primera vino en humildad, nació como niño, y murió en la cruz para tratar con el pecado del hombre (Mr 10:45).

En la Segunda, volverá con gran poder y gloria, sin relación con el pecado, para juzgar y reinar.

Este retorno de Cristo será personal, corporal y visible. Es decir, será Él mismo y no alguien que le represente. No será simbólico, espiritual o nebuloso, sino en su cuerpo de resurrección, y finalmente no vendrá tapado por una nube, en secreto o de incógnito, será un acontecimiento que todos podrán ver.

Hasta aquí un resumen de la enseñanza que en general compartimos los cristianos. Pero ahora toca pasar de lo general a lo concreto.

Dos eventos diferentes.

El Nuevo Testamento, recogiendo las enseñanzas de los profetas y del propio Jesús, enseña Su Segunda Venida en Gloria (Mt 24:29,30) (Mr 13:24-26) (Lc 21:25-27) (2ª Tes 1:7-10) (2ª Pd 3:10-13) (Ap 19:11-16). Sin embargo el N. T. introduce en este tema un evento desconocido hasta ahora: el arrebatamiento de la iglesia. Según se desvela el “misterio escondido” de la iglesia, también se desvela su relación con su Segunda Venida en Gloria  (1ª Ts 4:15) (1ª Cor 15:51,52). 

Tenemos así dos eventos diferentes, el  arrebatamiento o rapto de la Iglesia (1ª Ts 4: 16,17), y la Segunda Venida en gloria (Ap 1:7), pero que forman parte de una misma obra.

A modo de ejemplo, podríamos pensar en la Segunda Venida como una gran pieza musical, llena de notas vigorosas y un final triunfal, pero que tiene un preludio de notas suaves y dulces. También en un libro, donde antes del texto principal tenemos un prefacio del autor que nos introduce en la lectura. El arrebatamiento es como el preludio o prefacio en esta gran obra llamada “El Regreso de Jesús”. Para evidenciar la diferencia entre ambos sucesos, en este caso nos fijamos en dos cuestiones: el propósito y la ocasión de cada uno. 

Propósito: En el primero el Señor viene a recoger Su Iglesia para llevarla con Él (Jn 14: 2,3). En el Segundo, el Señor regresa con Su Iglesia, y viene para juzgar y reinar sobre este mundo (Ap 19: 7,8; 11-14) (Mt 25:31).

Ocasión: El primero no tiene fecha, no hay señales o eventos que lo preceden, puede suceder en cualquier momento. Esto se llama la inminencia del arrebatamiento.6. De ahí la exhortación a vivir esperando Su Venida (Fil 4:5) (1ª Tes 1:9,10) (Hb 10:37) (Stg 5:8). ¡¡Hay corona para aquellos que aman, que esperan Su Venida (2ª Tm 4:7)!! El Segundo, aunque no tiene fecha sí que lo podemos encuadrar en el tiempo, será al final de la Gran Tribulación y está precedido por señales (Mt 24: 29-31) (2 Ts 2:3,4).

 

Dos eventos diferenciados
 Arrebatamiento o traslado:

(1ª Ts 4:16,17)

Segunda Venida en Gloria:

(Ap 1:7)

Propósito:Jesús viene a buscar a Su Iglesia:  “Estaremos con el Señor”. (Jn 14: 2,3) (1ª Ts 4:17)Regresa con Su Iglesia, viene a juzgar y reinar: (Ap 19:7,8, 11-14)
Ocasión:La inminencia: Puede suceder en cualquier momento.

(Fil 4:5) (Hb 10:37) (Stg 5:8)

(Ap 22:20)

Estará precedida por multitud de señales.

(Mt 24:29-31) (2ª Ts 2:3,4)

(Mt 24:32,33)

 

Un detalle importante: Puesto que este último está precedido de multitud de señales y el primero no, esto implica un lapso de tiempo entre los dos eventos. Tiempo que podemos identificar con el periodo de siete años de la tribulación*.

¿A qué evento se refiere el discurso profético de Jesús? Lo que el Señor tiene en mente es la Segunda Venida para juzgar y reinar. No habla del rapto de la iglesia. Tengamos presente que este evento todavía es un misterio, un suceso que no fue revelado hasta un tiempo posterior al Apóstol Pablo (1ª Ts 4:15) (1ª Cor 15:51,52). El Señor está hablando con la luz y lenguaje del Antiguo Testamento.

Esto se conoce como arrebatamiento pretribulacional, es decir, la iglesia no estará aquí cuando este mundo experimente los juicios finales de Dios, cuando derrame su ira sobre este mundo en juicio por su maldad (Ap 6-19)7.

¿Escapismo? ¿Amamos menos al Señor por creer en el arrebatamiento pretribulacional? Por supuesto que no. Discutir en estos términos sobre quién ama más o menos al Señor es como un discusión de patio de colegio sobre «quién tiene el primo más fuerte». Es infantil, es inmaduro. Sufrir por la causa de Cristo puede suceder en cualquier momento, y TODOS, pre y post tribulacionistas debemos estar preparados (Jn 16:33) (Hch 14:22) (Ro 5:3) (1ª Ts 3:3,4) (2ª Tm 3:12).

Que la iglesia no pasará por estos juicios no es una inferencia, más o menos bien razonada, sino que hay al menos cuatro textos que apuntan en esta dirección:

Ap 3:10. Una hermosa promesa de que Jesús se ha comprometido a librar a los suyos de “la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”, es decir probar a los incrédulos, nada que ver con la iglesia. Un tiempo que abarca Apocalipsis 6 al 19 y que está caracterizado por la ira de Dios. Ser guardado de “la hora de la prueba” que vendrá sobre el mundo entero, significa que la persona no entrará siquiera a ese período. Estará liberada de ese tiempo. No estará presente en la tierra durante ese tiempo.

– 1ª Ts. 1:10. “Nos libra de la ira venidera”. Conviene recordar que el tema aquí no es soteriológico, la salvación de la condenación eterna, sino escatológico, relacionado con el regreso de Jesús. Lo primero es evidente, lo segundo era necesario reafirmarlo.

1ª Ts. 5:9. “No nos ha puesto Dios para ira”. Limitar esta frase al hecho de que hemos sido librados del castigo por nuestros pecados, lo cual es cierto, es ignorar el contexto escatológico de estos versos (5:1-3). Las palabras: “para que… vivamos juntamente con Él. Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros,…” (5:10,11) son básicamente las mismas con las que Pablo termina la descripción del arrebatamiento: “… y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto alentaos unos a otros con estas palabras.” (4:17,18).

2ª Ts 2:3-9. El día del Señor, en referencia a los juicios finales, no puede llegar hasta que se manifieste el anticristo, y este no puede manifestarse hasta que “lo que lo detiene”, y “quien lo detiene,” sea quitado de en medio. Hay diferentes posiciones al respecto: Una referencia al gobierno humano, algún ser angélico, pero lo más probable es que se refiera al Espíritu Santo y su relación con la iglesia. Cuando esta sea arrebatada, no el Espíritu Santo, entonces el camino quedará abierto para su manifestación.

Consecuencias de la inminencia del arrebatamiento.

¿Cómo debería afectar la inminencia del Regreso del Señor a nuestras vidas? El tema es hermoso, y todo un desafío para el creyente nacido de nuevo.

El propósito de enseñar estas cosas, no es tener argumentos para discutir y pelear con otros creyentes que piensan diferente. Su mayor propósito debiera ser estimularnos a una vida de consagración y servicio al Señor. El Apóstol Juan lo expresa en las siguientes palabras:  “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como Él es puro.” (1ª Jn 3:2,3).

Teniendo esto en mente, veremos cinco áreas de nuestra vida donde la verdad de la inminencia debería tener consecuencias:

Producir un carácter afable y conciliador. De esto habla Filipenses 4:5. “Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca”.

Es cierto que este está cerca podría indicar que el Señor está a nuestro lado, nos ayuda en esta tarea, y es una gran verdad. Pero el contexto, la referencia previa a la venida del Salvador (3:20,21), nos hace pensar en esta bendita esperanza.

La idea podría ser ésta, puesto que Aquel que es nuestro modelo en todo “está cerca”, es decir Jesús viene pronto, el deseo debe ser que nos encuentre proyectando su imagen a todos los que nos rodean.

La gentileza es lo contrario al egoísmo y la contienda. Habla de amabilidad, buena disposición, desinterés, ayuda, e incluso de autocontrol (1ª Tm 3:3) (Tito 3:2). Que esta “sea conocida por todos los hombres” significa que debe ser nuestra forma de comportarnos en el trabajo, en el hogar, en la familia, con los vecinos. No somos llamados a ser los ermitaños, ni los raros del barrio, sino personas amables, dadas a ayudar, y que favorecen la convivencia.

Una acción decidida contra la apatía o tibieza espiritual (Ro 13:11-14). “Que es ya hora de levantarse del sueño”. Hay una realidad que tenemos que enfrentar. Podemos empezar con gozo la carrera de la vida cristiana, pero en el camino aparecen muchas cosas que entretienen, que nos enredan y que van apagando el deseo por el Señor. Nos llevan al letargo espiritual.

¿Qué pide Pablo? Que la inminencia de Su Venida sea como un despertador muy incómodo, inoportuno, ese que no para hasta que te levantas, que nos ayude a tomar conciencia de la brevedad del tiempo, y a salir del letargo que podamos vivir. Que nos ayude a enfrentar el pecado en nuestra vida, en nuestro entorno y vivir santamente. (Tito 2:11-13) “Vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.”

Una actitud vigilante, de ello nos habla  (1ª Ts 5:4-6). “Velemos y seamos sobrios”. Esto impedirá que nos volvamos a enredar en cosas que sin ser necesariamente malas, nos entretienen y apartan de la meta. Después la caída es más fácil. Perseverar en la oración (1ª Pd 4:7). La necesidad de una vida dependiente del Señor.

Un compromiso con la Verdad que debe ser renovado continuamente. Esto que a algunos puede sorprender es lo que dice Pablo en 1ª Ti 6:13-16. Hemos extendido la lectura hasta el 16 porque nos recuerda que los tiempos están en las manos de Dios el Padre. Es vano especular y poner fechas. Hecho este paréntesis, la enseñanza: Que el Señor no nos encuentre rebajando el Evangelio o la Palabra para agradar a los hombres, para hacerla compatible con el mundo, para dar cabida a las últimas tendencias o filosofías de los hombres. Los tiempos que vienen son difíciles (2ª Ti 3:1-5).

Vivir en paz con los hermanos. Un tema oportuno para terminar con este recorrido por algunas de las implicaciones de la inminente venida del Señor. (1ª Pd 4:7,8) (Stg 5:8,9). El tema aquí son las riñas internas, las críticas malsanas, las actitudes maliciosas y los comportamientos infantiles e inmaduros que tanto dañan la comunión y que, a pesar de los años, no hemos sabido canalizar.

Dejamos en la mente la frase: “el juez está a la puerta.” No es una verdad para usar como arma arrojadiza, «mira lo que te espera si no me pides perdón», sino para que nos ayude a reflexionar, examinarnos y replantear nuestras actitudes.

Escribe el expositor bíblico Antonio Ruiz: “Qué ocurrirá si (Jesús) abre la puerta y pasa rápida e inesperadamente; nos hallará con corazones afirmados o quejándonos unos contra otros?”

“La cercanía del día es un acicate para examinar la conducta propia para que, cuando aquél cuyas pisadas se oyen cada vez más cerca llame finalmente a la puerta, estemos preparados para abrir, recibiendo bendición y no reprensión. Es un cristianismo barato mirar sólo a la gracia de Dios en el evangelio olvidando que hemos de dar cuentas (2 Co. 5:10).”8.

 

La Ley de doble referencia.

“Profecías de doble cumplimiento”. 9.

El otro tema importante es el concepto de “doble cumplimiento” en la profecía. Algunos lo llaman, y creo que es acertado, “La ley de doble referencia”. ¿Qué significa? ¿Es bíblico?

El expositor bíblico W. MacDonald escribe al respecto: “Es muy común hallar una predicción que presenta un cumplimiento preliminar, parcial y más tarde un cumplimiento total, definitivo. Esto se conoce con el nombre de “ley de doble referencia”.10 Entre un cumplimiento y otro hay un tiempo intermedio, indeterminado, que al profeta no le fue revelado. Algunos ejemplos son:

Isaías 7: 13-17 y la virgen que dará a luz. Esto era una señal para Acaz y sucedió en sus días. La joven, todavía virgen al momento de la profecía, iba a quedar embarazada y dar a luz un hijo que marcaría los tiempos de Dios respecto a los enemigos de Judá (cumplimento preliminar). Pero a su vez es un suceso futuro que se cumplió plenamente en Cristo (Mt 1:22,23). Cumplimiento definitivo.

– Salmo 118: 26ª y el recibimiento del Mesías. Esto tuvo un cumplimiento preliminar en Mt 21:9, con la entrada de Jesús en Jerusalén. Y tendrá cumplimiento definitivo cuando Él regrese (Mt 23:39).

– Salmo 2: 1,2. Los gobernantes unidos contra el Mesías. En Hch 4:27 encontramos un cumplimiento preliminar y parcial. Pero su cumplimiento definitivo y pleno espera hasta el final de los tiempos, cuando los reyes y los príncipes de este mundo se reúnan contra Dios y su Ungido en Armagedón (Ap 19:19) .

– Joel 2: 28-32a y el descenso del Espíritu Santo en Pentecostés. En Hch 2:16-17 tenemos lo que sería un cumplimiento parcial de la profecía. El cumplimiento pleno sucederá en los últimos días con la conversión de Israel.

Isaías 13: 6-13. Una profecía de juicio contra Babilonia (13:1) que se cumple cuando los medos y los persas se apoderaron de la ciudad (Dn 5:30,31) Sin embargo el contenido (cataclismo cósmico, castigo al mundo) trasciende el evento y apunta al final de esta era (13:10,11) (Ap 6:12-17).

– Daniel 9:27 y la profecía sobre la abominación desoladora. Esta podría ser un ejemplo de hasta un triple cumplimiento, depende del criterio que uses. Un primer anticipo en el año 167 a. C. con Antioco IV o Epífanes, que colocó un altar sobre el altar del holocausto y sacrificó un cerdo a Zeus. Otro anticipo o cumplimiento parcial podría ser la destrucción de Jerusalén en el año 70, aunque no todos estarían de acuerdo. Pero ninguna de las ocasiones señaladas cumple todos los requisitos de la profecía de Daniel. De ahí que esperamos un cumplimiento pleno en tiempos futuros (2ª Ts 2:3,4) (Ap 13:14).

 

Notas.

6. Textos que autores como Ryrie o Pentecost, entre otros, relacionan con la inminencia del arrebatamiento: Jn 14:2,3; Ro 13:11; 1ª Cor 1:7,8; 11:26; 15:51,52; 16:22; Fil 3:20,21; 4:5; 1ª Tes 1:9,10; 2:19; 4:16,17; 5:6,9,23; 2ª Tes 2:1; 1ª Ti 6:13,14; 2ª Ti 4:8; Ti 2:13; Heb 9:28; 10:25,37; Stg 5:8,9; 1ª Jn 2:28; 3:2,3; Ap 3:3,10;  22:17,20.

Es interesante observar que no se nos dice que esperemos la revelación del hombre de pecado (el anticristo). A los 144000 judíos que serán sellados por Dios durante la semana 70 de Daniel. No se nos dice que esperemos que “la abominación desoladora” sea vista en Jerusalén, etc. Se nos dice que esperemos al Señor Jesús mismo.

7. La ira de Dios abarca los juicios de los sellos, las trompetas y las copas: Ap. 6:16,17; 7:14; 11:18; 15:1; Ver autores como: J.D. Pentecost. Eventos del Porvenir, Estudios de Escatología Bíblica. Pág. 142,143. Editorial Vida. W. E. Vine con C.F. Hogg. Vine, Comentario Temático, Profecía. Pág. 203. Editorial Grupo Nelson. Paul N. Benware. Entienda la Profecía de los últimos tiempos. Un estudio exhaustivo. Pág 251. Editorial Portavoz.

Algunas preguntas relacionadas con el rapto pretribulacional son contestadas en el siguiente enlace, consulta realizada a fecha 16/02/2024: https://www.middletownbiblechurch.org/spanish/proph/rapture.htm

8. Santiago. Carta de Sabiduría y Amistad con Dios. Pág. 229,230. Antonio Ruiz. CEFB.

9.Ver enlace: https://www.forodelabiblia.net/thread-1516.html También Diccionario de Teología premilenialista. “Profecía, Doble cumplimiento de la.” Pág. 373, 374. Editorial Portavoz.

10. William MacDonald. ¿Cuál es la diferencia? Un estudio de importantes distinciones bíblicas. Pág. 104. Editorial Portavoz. Existe una edición posterior y más completa de la obra original por la editorial Llamada de Medianoche (recomendable).

* Como explica Sir Robert Anderson, El Príncipe que ha de Venir, entender la última semana de Daniel como un evento futuro o parcialmente cumplido, relacionado con el anticristo, no es algo novedoso. Se puede rastrear en autores como Ireneo, Orígenes, Hipólito, Julio el Africano entre otros.